“Estoy acá porque estoy gastando los últimos cartuchos que me quedan por un mundo que no voy a ver, luchando por la integración de Nuestra América”, sentenció. Indicó que “soy militante desde los 14 años y hoy tengo 87, pero algunas cosas he logrado como respuestas en mi cabeza: somos animales utópicos”. Subrayó que la colaboración es una forma de vida innata de las y los seres humanos, por lo que puede considerarse que “la civilización es hija de la cooperación”. En ese sentido, señaló, “la democracia tiene que cultivar el nosotros”.
En la actividad estuvieron presentes las Rectoras de las Universidad de Chile, Rosa Devés Alessandri, y Tecnológica Metropolitana (UTEM), Marisol Durán Santis, junto al presidente del CUECH y Rector de la Universidad de Valparaíso, Osvaldo Corrales. Asimismo, asistieron el Secretario Ejecutivo de AUGM, Álvaro Rico; la Ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Ríos; el Ministro de Educación, Marco Antonio Ávila; la Subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa; e integrantes de la amplia comunidad universitaria de la red de universidades públicas.
La Rectora Marisol Durán comentó que “el ex Presidente José Mujica ha sido un invitado de primer nivel para el Segundo Foro Interuniversitario de Derechos Humanos. Sus palabras y reflexiones muestran una enorme sabiduría y profundidad, conjuntamente con una notable capacidad pedagógica”. Agregó: “Por cierto, coincidimos con sus palabras en el sentido de la relevancia de la responsabilidad social de las Universidades”.
Una vibrante exposición
En su intervención, Mujica también se refirió a la crisis climática y la necesidad de un cambio de paradigma como respuesta. “La humanidad se transformó por primera vez en un agente geológico. Hoy incidimos en los equilibrios de la Tierra y necesitamos cambios en nuestra conducta”, dijo, advirtiendo que “sabemos todo lo que hay que hacer; hace más de 30 años los hombres de ciencia en Kioto nos dijeron lo que había que hacer, lo que estaba pasando y las medidas que había que tomar. Por primera vez, los humanos están incurriendo en una barbaridad a conciencia, sabiendo lo que pasa”. Por ello, dijo, “no hay crisis ecológica, hay una crisis política. No hemos podido acotar la civilización que hemos desatado, porque es más importante la acumulación”.
Asimismo, enfatizó la necesidad de la unidad de la región. “Estoy acá porque estoy gastando los últimos cartuchos que me quedan para un mundo que no voy a ver, y luchando por la integración de nuestra América. No existe una masa de población mundial como los que vivimos del Río Bravo para abajo, que si hablamos despacio, nos entendemos”.
Sobre la lucha social como forma de vida, añadió, “no vengo a hablar solo de democracia como un académico, sigo siendo un luchador social y el mundo que tendremos será el mundo que seamos capaces de crear y arrancar y de luchar por él, pero se necesita gente que se comprometa, que le dé una causa a la existencia de su vida”.
Aunque manifestó que valora profundamente la democracia, enfatizó que dicho sistema de gobierno “no es perfecto”, pero tiene la ventaja de “garantizarnos que nos lo podemos sacar de encima (al gobierno imperfecto), corriendo el riesgo de elegir otro”. Indicó que “es mentira que los pueblos no se equivocan”, pues “se comen las pastillas como cualquiera, aunque son los que pagan el costo de los errores”. En ese sentido, hizo un llamado a un compromiso con la democracia y el desarrollo de la sociedad, afirmando que a los humanos “no les preocupa que les cobren impuestos a todos… pero no los quiere pagar él”. En ese sentido, lanzó: “Y cuando les metes la mano para cobrarles impuestos a los poderosos, ¡mama mía!, cómo corcovean”.
Un factor que hace peligrar la democracia, dijo, es el intervencionismo de las potencias hegemónicas. “Recordemos la cantidad de golpes de Estado por todas partes, el papel de algunas embajadas detrás de esos golpes, son amenazas a la democracia”, añadiendo que las sanciones económicas de algunos países poderosos sobre otros “suelen tener un efecto peor que una guerra”. Sentenció, con vehemencia: “La democracia no puede apartarse de la autodeterminación”.
El papel de las universidades
Sobre el rol de las universidades de la región, Mujica dijo que “no hay cosa más importante que la vida de las universidades, pensadas hacia el futuro, pero acá se da la batalla por la inteligencia”. En ese sentido, enfatizó que “la universidad que cuenta es la que eleva la calidad del pueblo al cual pertenece. No puede ser una flor de invernadero, una exquisitez intelectual de un mundo exótico. Es un compromiso con las angustias, con los dolores y las alegrías de su sociedad”.
Aseguró que un dato significativo de la realidad social es “el papel que cumple la cultura subliminal que ha creado el sistema”, explicando que “un sistema no se sostiene por la cantidad de soldados que tiene atrás, que lo respaldan, por los cuerpos coercitivos. Un sistema se respalda cuando es capaz de generar una cultura subliminal, emocional, que penetra en el conjunto del pueblo y de la gente, que adquiere una conducta funcional al propio sistema”. Y reflexionó: “La sociedad consumista es una creación de carácter cultural, funcional a la profundidad de los intereses del propio sistema y está dentro de nosotros”.
Recordó que su generación política pensaba que “cambiando la relaciones de producción y distribución, automáticamente” conduciría a “tener una humanidad mejor”. No obstante, dijo, “si no cambia la cultura, no cambia un carajo nada. No hay batalla más importante que la cultura”.
Encuentro con Estudiantes
Al día siguiente, el miércoles 7 de diciembre, las actividades continuaron en la Casa Central de la Universidad de Chile. José Mujica se encontró con unos 200 estudiantes de las Casas de Estudios Superiores de la Región Metropolitana, en que retomó su discurso humanista, ecologista y progresista. Las y los jóvenes tuvieron oportunidad de formular preguntas y, al final del encuentro, ovacionaron al ex Mandatario.
“Nos toca vivir un tiempo que no enamora a nadie. Entonces se la agarran con los jóvenes, que no quieren esto y no quieren lo otro, pero nos tocó vivir un tiempo desabrido, que no enamora, que no cultiva la esperanza, ¿y qué somos los humanos sin sueños, sin esperanzas que nos estrujen colectivamente para marchar por las incertidumbres de la vida?”, señaló Mujica en su exposición.
Pese a ello, señaló, “aquel joven fervoroso (que) hoy es un anciano, les viene a decir que no todo está perdido. A pesar de todos los pesares, la vida vale la pena si la vida tiene un contenido que nos dé un objetivo para nuestra milagrosa existencia”. Añadió: “La gran pregunta es qué vas a hacer con tu vida. Te la determinan otros, el mercado, o tú tienes algo que ver en el rumbo de tu existencia”.
Una de las preguntas que formularon los estudiantes fue la siguiente: “Me preocupa que los jóvenes nos perdamos en aspiraciones individuales sin escuchar colectivamente, ¿qué puedes entregarnos desde tus memorias?”. Mujica respondió que “la característica más notable de los sapiens es la capacidad de cooperar; más claro: de ir en barra, de juntarse para ir en barra”. Y enfatizó que “hay que pelear con la cuota de egoísmo que llevamos dentro, que es sana porque defendemos nuestra vida y la de nuestros seres queridos, que nos empuja, pero que si se exagera es maligna”.
“Yo estuve muchos años condenado a la soledad. No se queden solos, júntense, porque no somos una piedra, somos una cosa que nace, y se mueve, y siente, y sufre, y llora, y sueña, que tiene esperanzas, que tiene certezas, y necesitamos de otros seres humanos”, agregó.
Mujica se refirió también al rol de las universidades públicas: “Multiplicar el capital de las universidades latinoamericanas y juntarlas, porque o damos la batalla por la inteligencia o la quedamos (…) El tiempo que se viene encima, en el cual yo no voy a vivir, pero ustedes sí, es la era del conocimiento”.
Posteriormente, la Asociación de Universidades del Grupo de Montevideo (AUGM) y la Red Regional del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH), sostuvieron una Mesa de Trabajo para intercambiar las experiencias de universidades públicas en materia de la promoción de los derechos humanos.
En representación de la UTEM, participó Víctor Osorio, Director de Relaciones Nacionales e Internacionales, además de Coordinador del Programa de Derechos Humanos y Ciudadanía. En la oportunidad, describió la experiencia de la Casa de Estudios, específicamente en los ámbitos de la Asignatura de Ciudadanía y Derechos Humanos, la Vinculación con el Medio y la articulación institucional en torno al Consejo Asesor del Programa. “Fue un potente espacio de diálogo en una jornada inspiradora”, comentó.