La UNESCO está a cargo de dirigir y coordinar la Agenda Educación 2030, la que forma parte de un movimiento mundial en torno a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, como marco de compromisos políticos para acabar con la pobreza y lograr un futuro sostenible, lo que significa construir sociedades seguras y cohesionadas y cuidar el planeta. El ODS 4 pretende “no dejar a nadie atrás” en términos de acceso y calidad de la educación.
A la hora del diagnóstico, consigna el fenómeno de la expansión de la educación superior “con disparidades duraderas”, sobre todo el Sur global. Al respecto, consigna: “El problema no es sólo de acceso. Los estudiantes de grupos tradicionalmente subrepresentados también tienen tasas de finalización de estudios más bajas y suelen estar matriculados en Instituciones de Educación Superior (IES) menos prestigiosas, lo que implica menos oportunidades en el mercado laboral y resultados más bajos. El aumento de la participación en los costes y el elevado número de IES privadas (…) son fuentes importantes de disparidades en el acceso y el éxito en los estudios superiores”.
Sobre los “enfoques de financiación”, cuestiona las tendencias orientadas a “aumentar las tasas de matrícula y otros costes indirectos”, en lugar del camino de que “la educación superior se financie progresivamente con fondos públicos y, por tanto, sea gratuita para los estudiantes”.
Por otro lado, constata que “en las últimas décadas también se ha producido un crecimiento de la internacionalización de la ES. A la par que la matricula, la movilidad internacional de los estudiantes ha aumentado a un ritmo sin precedentes. Estas tendencias han llevado al desarrollo de convenciones de reconocimiento regional de ‘segunda generación’, así como al Convención Mundial de Reconocimiento de Cualificaciones sobre la Educación Superior (…), para contribuir a que el reconocimiento, la movilidad y la cooperación interuniversitaria sean una realidad para millones de personas (…) Al mismo tiempo, el aprendizaje a distancia y otras formas de educación superior transfronteriza están contribuyendo a un aumento de la movilidad académica virtual, con todos los desafíos que las nuevas formas de provisión presentan para los reguladores y la garantía de calidad”.
La visión de la UNESCO sobre la educación superior
El documento de la UNESCO sostiene: “La educación es un derecho que debe ejercerse a lo largo de todo el ciclo vital y comprende diferentes formas de atender las necesidades educativas de jóvenes y adultos, incluida la ES. La UNESCO considera que la provisión de la ES constituye una actividad destinada a favorecer la equidad y la distribución igualitaria de oportunidades”.
“Las IES tienen tres misiones principales: producir conocimiento a través de la investigación científica, educar a las personas, en el sentido amplio de la palabra, y la responsabilidad social, que no es un añadido a las dos misiones anteriores. La responsabilidad social se entrelaza con las dos primeras misiones”, subraya.
Indica que “las IES realizan importantes contribuciones en lo que respecta a la producción de conocimientos, pero la especialización disciplinaria no es suficiente para abordar las numerosas y complejas cuestiones que requieren enfoques transdisciplinarios y la capacidad de pensar y trabajar enraizándose en diferentes perspectivas disciplinarias”.
Además, “las IES deben educar a profesionales completos que sean también ciudadanos plenos que aborden de forma cooperativa cuestiones complejas. La responsabilidad social debe estar integrada en el espíritu de las IES. Las IES no pueden permitirse el lujo de ignorar los principales problemas contemporáneos, como la desigualdad y la sostenibilidad. Estas preocupaciones deben traducirse en prácticas institucionales que respeten los principios de los derechos humanos (políticas internas de igualdad de género, diversidad de perspectivas en cada programa, políticas de protección de la libertad de expresión y de investigación)”.
La UNESCO “considera que la Educación Superior es parte integrante del derecho a la educación y un bien público, lo que se traduce en que las IES cumplan sus tres misiones y sostengan los principios y valores democráticos. La ES debe convertirse en un sistema integrado en el que la diversidad contribuya a crear vías diferentes y flexibles para jóvenes y adultos. Las IES deben trascender las fronteras disciplinarias, profesionales, epistémicas, reputacionales e institucionales. El objetivo es ampliar las oportunidades educativas, fomentar la excelencia profesional y cultivar ciudadanos de pleno derecho comprometidos con la justicia social y la sostenibilidad”.
En ese contexto, la UNESCO propone seis principios clave de cara a 2030, construyendo un nuevo contrato social para la educación superior: Inclusión, equidad y pluralismo; Libertad académica y participación de todas las partes interesadas; Indagación, pensamiento crítico y creatividad; Integridad y ética; Excelencia a través de la cooperación en lugar de la competencia; y Compromiso con la sostenibilidad y con la responsabilidad social.