Estudiante de Trabajo Social de la UTEM participa en Brasil de un curso de formación con representantes de movimientos sociales de toda Latinoamérica

Una experiencia única fue la que vivió Angélica Cancino, estudiante de Trabajo Social de la UTEM, quien estuvo durante un mes en Brasil para participar de la XV Turma del Curso Formación de Formadores Latinoamericanos de la Escuela Nacional Florestan Fernandés (ENF), perteneciente al reconocido Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST).

Durante este encuentro –realizado en Guararema, Sao Paulo– la futura trabajadora social compartió con representantes de movimientos sociales de países como Salvador, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Argentina, México, Palestina, Bolivia, Brasil, Noruega y el País Vasco en torno a talleres, asambleas, conferencias y diferentes actividades, cuyo objetivo fueron la formación y el intercambio académico, cultural y comunitario.

Desde una mirada crítica, que busca la transformación social para lograr una sociedad más justa; durante este curso, docentes brasileños, uruguayos, mexicanos y cubanos abordaron temas como la cuestión indígena, la crisis del capitalismo, las pedagogías latinoamericanas, el capitalismo verde y la cuestión ambiental, feminismos y geopolítica del sur.

Respecto a su participación, Angélica cuenta que su motivación para participar tiene que ver, por un lado, en que se encuentra interesada en generar procesos de formación en ciudadanía dentro y fuera de la universidad, así como en aplicar lo aprendido en su tesis, que abordará la importancia de que el Trabajo Social vaya vinculado a una militancia o una postura frente a los procesos sociales.

 

“Nosotros trabajamos con la cuestión social y es inevitable que tengamos una mirada crítica y eso determina nuestra intervención, entonces en algún punto, tomamos partido (…) Y ahí es donde yo hago esta reflexión con la que voy a buscar allá: cómo nosotros podemos tomar prácticas políticas que son en sí mismas prácticas sociales, para agilizar, optimizar y hacer más coherente y con más sentido, el trabajo que hacemos en el territorio”, reflexiona.

Durante su estadía y como parte de su formación, Angélica también visitó el campamento Marielle Vive, perteneciente al Movimiento de los Sin Tierra, donde pudo conocer in situ cómo funciona esta organización.

“Esto es distinto, es un viaje al territorio. No es lo mismo que estar en un congreso y tener miradas desde el abanico más capitalista o más funcionalista. Acá vas al corazón de un movimiento social, que te está mostrando su sentir, no sólo su pensar, su creencia de que la transformación es necesaria para que tengamos una sociedad más justa”, agrega.

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