Gracias al convenio que la UTEM mantiene con dicha Casa de Estudios, a partir del presente mes, el alumno de Quinto Año realizará allí un semestre de intercambio en la carrera de Administración y Dirección de Empresas.
“Es un orgullo para mí. Estoy agradecido por la oportunidad. Los cupos son limitados, así que muy agradecido de haber sido aceptado”, cuenta Alonso, quien reconoce que la idea de estudiar en el extranjero siempre estuvo dentro de sus planes.
“Lo veo más por el lado de crecer personalmente y conocer nuevas experiencias. Si tengo la oportunidad de irme a Europa seis meses y no en modo turista, sino como estudiante, es algo totalmente distinto. Muy único en realidad. Es un plus para la formación profesional”, comenta el futuro ingeniero comercial.
Durante su estadía en la Universidad Jaume I, Alonso realizará dos asignaturas, dentro de las que se encuentran Inglés y Análisis Industrial y Redes de Empresas. Al respecto, dice que le motiva conocer la metodología de enseñanza de la institución española. “Quiero saber cuáles son los métodos que utilizan, cómo son los docentes. Quizás tienen métodos completamente distintos, entonces, eso me intriga harto, ver cómo hacen las clases”, agrega.
Sin embargo, para el estudiante de la Facultad de Administración y Economía de la UTEM, la parte académica no es lo único que le importa fortalecer a partir de esta experiencia de movilidad. “Quiero impregnarme harto de la universidad de allá. Es muy grande y hay muchas cosas por conocer. Quiero hacer todo lo posible que haya en la universidad. Vivir la experiencia completa”, dice Alonso, quien financiará esta aventura gracias al esfuerzo económico de su familia.
Mientras estudia en Europa, el joven vivirá en un piso compartido con otros y otras estudiantes de intercambio, una experiencia que reconoce también le permitirá disfrutar esta experiencia intercultural al máximo.
La Universidad Jaume I se encuentra en la ciudad de Castellón de la Plana –perteneciente a la Comunidad Valenciana (territorio autónomo de España)– y se caracteriza por ser una urbe con un carácter más sosegado y una población de 180 mil habitantes, distribuidos entre el casco histórico, los nuevos barrios modernos y la zona portuaria, a orillas del Mar Mediterráneo. Un lugar, por ende, con una atmósfera muy diferente a la capital de Chile.