¿De qué se trata la investigación?
Biodegradación bacteriana es el proceso por el cual los microorganismos se encargan de metabolizar distintos compuestos químicos: es decir, que a través de bacterias podemos degradar o eliminar compuestos como, por ejemplo, contaminantes. Entonces, eso ayuda a remediar el desastre de la contaminación y, por otro lado, también es interesante porque las bacterias pueden ayudarnos en promover procesos sustentables, como la reducción del uso de los combustibles fósiles para que sea remplazado por fuentes renovables.
¿Cómo podría ayudar esta investigación al uso de energías renovables no convencionales?
Una de las grandes tareas que tiene la humanidad es remplazar el uso de combustible fósiles por fuentes renovables y una de esas fuentes renovables son los residuos lignocelulósicos, que son todos aquellos productos de desechos que vienen de actividades agroindustriales, lo que se vincula con la agricultura industrial forestal y una serie de actividades humanas que generan desechos y pueden ser usados para convertirlos en productos valiosos, como biopolímeros o biocombustibles. Para hacer esa conversión se utilizan bacterias como los biocatalizadores.
Entonces, la línea que yo trabajo trata de esto: de descubrir o estudiar las encimas que las bacterias tienen para hacer esos procesos de conversión, entender como esas bacterias nos podrían ayudar a convertir desechos de biomasa vegetal en productos con valor económico como el biocombustible. Lo que nosotros hacemos es estudiar y identificar las bacterias para saber que capacidades tienen, para que eventualmente la podamos utilizar en estos procesos sustentables.
¿Por qué España?
El Centro de Investigación Biológica que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España es un gran espacio público de investigación, con mucho equipamiento y recursos. Además, en España y Europa en general, la mayor parte de la investigación no se realiza en Universidades, que también existe, pero donde más se produce es en centros de investigación estatales. Gracias a eso se cuenta con mayores recursos para trabajar.
¿Cuál es el fundamento de haber optado por el Centro de Investigaciones Biológicas?
La ciencia que estudio requiere metodologías para avanzar. Se trata de metodologías que son complejas y se hace más sencillo cuando unos comparten ese conocimiento, es decir, yo sé una técnica de investigación y hay otra persona en otro país que quiere utilizar esa misma técnica, entonces viaja al lugar donde se está desarrollando esa investigación para aprender. A eso voy yo: a aprender técnicas que se utilizan allá, que después puedo utilizar en mi laboratorio, para avanzar en mi propia investigación, pero además para traspasar ese conocimiento a los demás investigadores y estudiantes de nuestros laboratorios.
Por otra parte, hay cosas que aquí no se pueden hacer, porque no contamos con los equipos y recursos necesarios. En España, cuentan con reactivos que aquí son muy caros y que allá tienen disponibles y mucho otro tipo de insumos que voy a tener al alcance para avanzar en mi investigación.
¿Por qué estudiar en el extranjero?
Estuve haciendo un postdoctorado en España por siete años, donde trabajas y estudias. Ahí conocí estos centros, donde tuve la oportunidad de investigar con otros tutores a cargo y conocer los recursos que cuentan. Me di cuenta la importancia de tener un tiempo afuera: es una experiencia impagable, a uno le abre la cabeza, entiende que las cosas como se hacen en Chile no son necesariamente como se hacen en el mundo y, de hecho, es totalmente distinto cómo funcionan las instituciones y cómo es la vida en general. Tener una mirada de Chile desde afuera es muy valioso. Además, te relacionas con gente de gran nivel en temas de investigación.