Estudiantes del Campus Ñuñoa participaron de charla sobre reggaetón y empoderamiento femenino

Aunque tradicionalmente se ha relacionado el reggaetón con la devaluación de la mujer, el pasado 2 de diciembre se realizó una innovadora charla en el Campus Ñuñoa de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), donde se entregó otra mirada sobre el tema. El espacio estuvo a cargo de la Dra. Jillian Hernández, del Centro de Investigación sobre Género, Sexualidades y Estudios de la Mujer de la Universidad de Florida, de Estados Unidos, y convocó a alumnos y alumnas de distintas carreras, quienes conversaron con la expositora sobre cómo ese género musical actualmente contribuye a la autonomía de las mujeres.

“De Ivy Queen a Toskischa y Villano Antillano: Reggaetón y Dembow como expresión de Poder Femenino” fue el título de este conversatorio, que se realizó en el marco de la conmemoración institucional del Día Internacional de la Violencia contra las mujeres, asociada al proyecto Fulbright Specialist “Construcción visual del género en el tiempo”, que permitió la visita de la profesora estadounidense a la UTEM.

La iniciativa fue organizada por la Dirección de Asuntos Nacionales e Internacionales- a cargo de la coordinación del proyecto Fulbright- y por la Dirección de Desarrollo Estudiantil.

En la ocasión, la Dra. Hernández se refirió a cómo el reggaetón y el dembow, como expresiones de la cultura popular, permiten hoy en día, relevar temas importantes como la autonomía corporal femenina, el consentimiento sexual, la negociación en el plano sexual y/o amoroso y en definitiva, la libertad de las mujeres y disidencias sexuales de mostrarse diferentes a lo “normativo” o a lo que establece la cultura dominante.

Por lo mismo, a partir del trabajo de artistas como Ivy Queen, Tokischa, Villano Antillano y Bad Bunny; la expositora hizo un análisis sobre cómo esta música estaría aportando en la discusión acerca de las demandas y necesidades de mujeres y disidencias sexuales.

“En muchas de las letras de las canciones, hay mensajes sobre la autonomía corporal, sobre la mujer como negociando con quién quiere bailar, con quién no quiere bailar y también sobre la autonomía de cómo mover el cuerpo en un espacio en que no va a ser acosada. Por otra parte, para las comunidades queer también, está el mensaje de inclusión, mensajes de orgullo sobre sus identidades y también, una crítica de la homofobia. Entonces en la música están esos mensajes, pero también en ese espacio de perreo, en ese espacio de baile, donde se practica en sí, la libertad corporal, de las mujeres y de las personas queer también”, explicó la investigadora.

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